domingo, 4 de agosto de 2013

la humedad



vengarse
es pellizcar a la humedad?

los huesos se arrinconan en el claustro del delirio, pero ahí
ya no hay palomas.
a todo pájaro sin alas que ahora flota
le arrastraron la gravedad que cunde el Cielo.

pobre de la vista
que ahora ve.
no le dejaron más pestaña donde trastabillar lo estrábico.

renuencia como la del fósforo a cortar por lo sano
sólo queda la de tu abandono.
me moriría si te viera carteándote para salir descalza
entre la modestia de crear lastimaduras.     

en qué año fue 1+1? (pregunta Rafa,
antes de escaparse por la ventana.)
cuándo Dios tuvo que descostillarse para ser testigo?
más nos cela lo que despacio escápase.

faltaba más:
si lo que mata es la humedad,
tengo corriendo muerte en la mejilla;
un cuerno de rinoceronte que va a romperme el labio,
un embudo de nostalgia que te lleva hasta lo izquierdo,
un fláccido de humo que te arrastra como sombra,
un cuero de victoria agujereado,

y también:
un codearse con las ganas de rendirse,
un fanático de soledades adyacentes,
un tripulante de la nube en donde amparan restos,
un diluvio tierno que mutila fraguas.

si lo que mata es la humedad,
faltará más para la muerte? amor,
yo tengo que decirte la verdad para no estar tan húmedo,

para postularme rápido a tu olvido,
para agenciarme un tiro que volviendo me reemplace,
para facilitarte carne empurecida,
para no andar quejando lo que pervertimos.

si lo que mata
es la humedad,
faltará más
pero tampoco tanto.