como
aquel que dice
y
hace
como
aquel que
yo
d esh ice y hace shh
y
está callado
como
aquel que es transplantado
y
tiene que vivir excomulgado
entre
su cuerpo;
como
el parásito de un beso,
como
un rezo
todo
a mediodía
como
el que tiene una lanza
clavada
en el ombligo
y
abre el mundo
se
descompone
y
cobra por lo
para
que se convierta en
sustantivo
y
grite
como
el que se desmaya
y
el que calla
por
haberse desmayado
y
lo llevan
entre
gritos
como
aquel que
dice
y hace
y
el que pasa
o
se refugia
el
de la liturgia:
el
museo hecho con cáscaras
allá
la vida
como
para el
que
vio la muerte
como
para el que se seca
sin
mojar
el
piso
del baño,
como
el que se sienta
para
mear
y
se ríe solo
como
el primero de todos
que
usó la palabra todo
y
dejó cosas afuera;
como
el que ama
y
se deja decir,
como
el que hace trampa
para
que le digan
lo
que quiere escuchar y es
sordo
de la lengua
(como
ese mismo de recién
que
hacía trampa: juega
otro
juego)
como
el que cree en una estampita
y
la compara, mientras compra,
con
lo que le falta y
que
no tiene
como
el que se pisa los cordones
cuando
camina
y
no
se cae
pero
sí tropieza lados
y
mira a todos lados lados lados
lados
y
lo miran desde un lugar
que
para aquél no es lado
(casi
como el que dijo todo)
y
dejó a lo
de
afuera y se tuvo que
crear
un Dios
para
creer
y
usar el mismo verbo
como
el que aclara y no amanece
como
el que se cansa
y
dice que lo fortalece
como
el que se estresa
como
el del amor
que
dice: amame con el nombre que
quieras
que no voy a saber si
sos
la misma que hoy me desconoce
es
decir: como el que ama sin darse cuenta
y
se enamora
y
tiene dificultades para respirar
como
el que usa la lanza de su ombligo
para
golpear a otro
como
todo lo mismo
de
esto dicho
o
lo algún
convertido
en femenino
como
el que repite el transformismo
de
la expresión
y
se muere de frío en el género
del
Verbo
como
el que se patina cuando
llueve
cuando
que se le da vuelta
el
paraguas, como ese mismo;
y
que espera una ayuda
y
se siente un indigente
como
el que pide la palabra
porque
tiene miedo de robar:
como
el que plagia con anteojos o lee
con
los párpados adelante
como
el que teme que se
le
estacionen en doble fila
y
que las hormigas olviden
su
camino
como
el que creyó en la metamorfosis
de
algún libro
y
se creyó aludido
como
el alud
que
vino y
se
llevó el precipicio a otro lado
como
el abismo que espera espantado
sobre
el borde de algún cuerpo
como
el que canta debajo de la ducha,
como
el que cierra los ojos
por
el shampoo o por miedo
como
el que no pierde tiempo
como
alguno
como
el que se toca
y
no quiere acabar
como
el que no resiste
como
el que se abusa
como
el que no disfruta
como
el que necesita recordar
como
el que está a punto de
como
el punto mismo
como
allá y como el que
cruza
en
mitad de cuadra
como
el que le apunta al colectivo
y
no puede subirse
como
el que sube a empujones
como
el que se agota en una puteada cartesiana
y
le falta cuerpo
como
para cagarse a trompadas
como
el que es un solidario
de
su música
como
un solipsista en subte
como
la Virgen con el bóxer
de
su novio
como
los brazos de una estatua
sin
cuerpo
como
la parodia
como
el que detiene el día
como
el que hace paro
y
frena al día
como
el que parodía
entonces
el que se ríe
(otra
vez)
como
el que se ilusiona
y
sueña
y
se despierta y se ilusiona
y
ya no sueña,
como
el que huele flores
y
como
el que habla de estereotipos,
como
el que inventa vacunas contra
el
mirarse en el espejo
como
el que adelgaza con
solamente
su autoestima
como
el que deja la tele
en
silencio
y
lee
como
el que mientras lee
escucha
música
como
el que tirita mientras coge
como
el que coge
y
después se estira,
como
el que tira
de
la cadena del baño
y
lo dice pero, en verdad
tiene
un botón:
que
se aprieta
como
el que saca pecho
y
se convierte en gallo
y
se levanta tarde
para
despertarse
como
el que junta
desayuno
y cena en una misma comida
como
el que madruga
y
paga los impuestos
y
a Dios ayuda
como
el que se droga
y
el que hace yoga
como
el que se ahoga
como
el que dice, piensa
o
cree que
todo
empeora
como
el del otro bando
como
el que hace zapping
y
se contagia
como
el
que duerme con la luz prendida
y
tarda en respirar consciente
por
última
vez
como
el que actúa
como
el que se cree una marioneta
como
el incapaz
y
el que usa capa
y
el que quizás
allá
sobre
el borde de otra hoja
tiene
campitos de tinta
como
el que no se agarra de
ninguna
manija
y
viaja parado en cualquier transporte
como
el que no habla
con
el tachero
como
el que es tachero
y
no habla,
como
el que prefiere
no
elegir
y
tiene preferencias
como
el obligado
que
no vuelve
como
el que tiene
el
estómago
revuelto
y
puede leer
esto
en
ascensor
sin
vomitar
como
el que sube y baja
sin
contrapeso
como
el horror de una mancha de salsa en la camisa
como
el que se adhiere a
todo
lo presente
y
se despega de las cosas
como
el que está en su apogeo
y
no se puede apegar a nada
y
cae
como
el que no es recordado
por
el apellido,
como
un acompañado
en
el desierto
como
un solitario
en
un juego de cartas
como
un santo sudario
con
el rostro invertido
como
un rostro en
una
toalla
que
se
evapora
como
el que dice: “me decís la hora?”
y
recibe una muñeca
como
respuesta
como
el que se delata
y
el que se dilata
como
el que no puede
abrir
la
lata
como
el que encuentra
la
Belleza
y
le cambia el nombre
como
el que es un
capo
con
la computadora ¡pero mal!
y
no usa contraseñas diferentes
como
el que anda
buscando
porno
y
es hacker
de
la compu para dentro
como
el que perdió las llaves
y
devolvió un mail
equivocado
como
el que borra la Papelera
y
elimina historiales
y
es historiador
como
el que mira cine
y
saca fotos
como
el que tiene fobia
como
el que habla de pueblos aborígenes
y
no
tiene amigos
como
el que dice “este año…”
y
como el que no trabaja
como
el que usa perfume
sin
usar desodorante
como
el que transpira
y
se le nota
como
el que se cansa
y
suspira
como
el que busca las
contradicciones
de los otros
y
no escribe
como
el que habla de su
alma
y
se toca para verla salir
como
el que respira un
pedo
de otro
o
de alguien,
como
el que aspira
como
el que soluciona todo
con
una pastilla
y
no puede solucionar
la
pastilla
como
el soberano
como
el sobreano
como
el último
por
fin
que
siempre
dice
algo
y
se hace todo
serpentina
como
el que decora él mismo
su
propia casa
como
el que lava su ropa
y
alquila películas de mentira
como
el que dice “trucho”
y
se cambia el nombre
como
el que tiene un apellido
que
se puede rimar
como
el ausente
como
el que pide perdón por todo
como
el que se vengó
y
era un buen tipo
y
le tiene miedo al castigo
como
Dios, como el que
como
lo Dios
que
se intenta sostener
y
pesa mucho
como
el alguien
que
quiere escaparse
en
un pianissimo
mientras
martillan para poner un clavo
y
colgar un cuadro
como
el que se quedó duro
como
el que no aguantó y
se
pegó
un
tiro
y
falló
y
se resfrió en el hospital
como
alguien
que
llama a la puerta
y
después huye
como
el que fue abandonado de grande
y
lloró
como
al que lo dejó su pareja
como
el que se aburrió
rápido
y
se
acaba de aburrir
de
vuelta y ya
no
sabe si esperar,
como
el que abrevia
las
palabras,
etc.
y
es eso: alguien
como
la forma de una pregunta
como
eso: alguien. o ese:
alguien
quien
carecía
de
alguien que le escribiese nada
y
ahora
ya
no es alguien
y
es Alguienmás