sábado, 22 de junio de 2013

alguien



como aquel que dice
y hace
como aquel que
yo d esh ice y hace shh
y está callado

como aquel que es transplantado
y tiene que vivir excomulgado
entre su cuerpo;

como el parásito de un beso,
como un rezo
todo a mediodía

como el que tiene una lanza
clavada en el ombligo
y abre el mundo
se descompone
y cobra por lo
para que se convierta en
sustantivo
y grite

como el que se desmaya
y el que calla
por haberse desmayado

y lo llevan
entre gritos

como aquel que
dice y hace
y el que pasa
o se refugia

el de la liturgia:
el museo hecho con cáscaras

allá la vida
como para el
que vio la muerte

como para el que se seca
sin mojar
el
piso del baño,
como el que se sienta
para mear

y se ríe solo

como el primero de todos
que usó la palabra todo
y dejó cosas afuera;

como el que ama
y se deja decir,
como el que hace trampa
para que le digan
lo que quiere escuchar y es
sordo de la lengua
(como ese mismo de recién
que hacía trampa: juega
otro juego)

como el que cree en una estampita
y la compara, mientras compra,
con lo que le falta y
que no tiene
como el que se pisa los cordones
cuando camina
y
no se cae
pero sí tropieza             lados
y mira a todos   lados    lados    lados
                                   lados
y lo miran desde un lugar
que para aquél no es lado

(casi como el que dijo todo)
y dejó a lo
de afuera y se tuvo que
crear un Dios
para creer
y usar el mismo verbo

como el que aclara y no amanece
como el que se cansa
y dice que lo fortalece
como el que se estresa
como el del amor
que dice:           amame con el nombre que quieras
                        que no voy a saber si sos
la misma que hoy me desconoce
es decir: como el que ama sin darse cuenta
y se enamora
y tiene dificultades para respirar

como el que usa la lanza de su ombligo
para golpear a otro

como todo lo mismo
de esto dicho
o lo algún
convertido en femenino

como el que repite el transformismo
de la expresión
y se muere de frío en el género
del Verbo

como el que se patina cuando
llueve
cuando que se le da vuelta
el paraguas, como ese mismo;
y que espera una ayuda
y se siente un indigente

como el que pide la palabra
porque tiene miedo de robar:
como el que plagia con anteojos o lee
con los párpados adelante

como el que teme que se
le estacionen en doble fila
y que las hormigas olviden
su camino

como el que creyó en la metamorfosis
de algún libro
y se creyó aludido
como el alud
que vino y
se llevó el precipicio a otro lado

como el abismo que espera espantado
sobre el borde de algún cuerpo
como el que canta debajo de la ducha,
como el que cierra los ojos
por el shampoo o por miedo
como el que no pierde tiempo
como alguno

como el que se toca
y no quiere acabar
como el que no resiste
como el que se abusa
como el que no disfruta
como el que necesita recordar
como el que está a punto de
como el punto mismo

como allá y como el que
cruza
en mitad de cuadra

como el que le apunta al colectivo
y no puede subirse
como el que sube a empujones
como el que se agota en una puteada cartesiana

y le falta cuerpo
como para cagarse a trompadas

como el que es un solidario
de su música
como un solipsista en subte
como la Virgen con el bóxer
de su novio
como los brazos de una estatua
sin cuerpo

como la parodia
como el que detiene el día
como el que hace paro
y frena al día
como el que parodía

entonces el que se ríe
(otra vez)
como el que se ilusiona
y sueña
y se despierta y se ilusiona
y ya no sueña,
como el que huele flores
y

como el que habla de estereotipos,
como el que inventa vacunas contra
el mirarse en el espejo
como el que adelgaza con
solamente su autoestima

como el que deja la tele
en silencio
y lee
como el que mientras lee
escucha música

como el que tirita mientras coge
como el que coge
y después se estira,
como el que tira
de la cadena del baño
y lo dice pero, en verdad
tiene un botón:

que se aprieta

como el que saca pecho
y se convierte en gallo
y se levanta tarde
para despertarse

como el que junta
desayuno y cena en una misma comida
como el que madruga
y paga los impuestos
y a Dios ayuda

como el que se droga
y el que hace yoga
como el que se ahoga
como el que dice, piensa
o cree que
todo empeora
como el del otro bando

como el que hace zapping
y se contagia
como
el que duerme con la luz prendida
y tarda en respirar consciente
por
última vez

como el que actúa
como el que se cree una marioneta
como el incapaz
y el que usa capa
y el que quizás
allá
sobre el borde de otra hoja
tiene campitos de tinta

como el que no se agarra de
ninguna manija
y viaja parado en cualquier transporte

como el que no habla
con el tachero
como el que es tachero
y no habla,
como el que prefiere
no elegir

y tiene preferencias

como el obligado
que no vuelve
como el que tiene
el estómago
revuelto
y puede leer
esto
en ascensor
sin vomitar

como el que sube y baja
sin contrapeso
como el horror de una mancha de salsa en la camisa

como el que se adhiere a
todo lo presente
y se despega de las cosas
como el que está en su apogeo
y no se puede apegar a nada
y cae

como el que no es recordado
por el apellido,
como un acompañado
en el desierto
como un solitario
en un juego de cartas

como un santo sudario
con el rostro invertido
como un rostro en
una toalla
que se
evapora

como el que dice: “me decís la hora?”
y recibe una muñeca
como respuesta

como el que se delata
y el que se dilata
como el que no puede
abrir
la lata

como el que encuentra
la Belleza
y le cambia el nombre

como el que es un
capo
con la computadora ¡pero mal!
y no usa contraseñas diferentes
como el que anda
buscando porno
y es hacker
de la compu para dentro

como el que perdió las llaves
y devolvió un mail
equivocado

como el que borra la Papelera
y elimina historiales
y es historiador

como el que mira cine
y saca fotos
como el que tiene fobia

como el que habla de pueblos aborígenes
y
no tiene amigos
como el que dice “este año…”
y como el que no trabaja

como el que usa perfume
sin usar desodorante
como el que transpira
y se le nota
como el que se cansa
y suspira

como el que busca las
contradicciones de los otros
y no escribe
como el que habla de su
alma
y se toca para verla salir

como el que respira un
pedo de otro
o de alguien,
como el que aspira

como el que soluciona todo
con una pastilla
y no puede solucionar
la pastilla

como el soberano
como el sobreano
como el último
por fin
que siempre
dice
algo
y se hace todo
serpentina

como el que decora él mismo
su propia casa
como el que lava su ropa
y alquila películas de mentira

como el que dice “trucho”
y se cambia el nombre
como el que tiene un apellido
que se puede rimar

como el ausente
como el que pide perdón por todo
como el que se vengó
y era un buen tipo
y le tiene miedo al castigo

como Dios, como el que
como lo Dios
que se intenta sostener
y pesa mucho
como el alguien
que quiere escaparse
en un pianissimo
mientras martillan para poner un clavo
y colgar un cuadro

como el que se quedó duro
como el que no aguantó y
se pegó
un tiro
y falló
y se resfrió en el hospital

como alguien
que llama a la puerta
y después huye

como el que fue abandonado de grande
y lloró
como al que lo dejó su pareja
como el que se aburrió
rápido y
se acaba de aburrir
de vuelta y ya
no sabe si esperar,

como el que abrevia
las palabras,
etc.

y es eso: alguien
como la forma de una pregunta
como eso: alguien. o ese:
alguien
quien carecía
de alguien que le escribiese nada
y ahora

ya no es alguien
y es Alguienmás

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